Cristian Iván Zaracho
NoLogo, historias conectadas
El fin de semana se prestó para pasear, disfrutar en familia y abstraerse un poco de la realidad y del periodismo. Sin embargo dos situaciones me llamaron la atención en mi recorrida por el Parque Rivadavia de la Capital Federal. Probablemente no tengan relación alguna porque estaban un tanto distante una de otra.
Una de ellas, era un libro. Sí, un libro. Nada más común que una persona leyendo y disfrutando del sol, pero este o al menos la tapa de la publicación, llamó mi atención. En primer lugar, la tapa íntegramente negra. Algo me dice que quien lo escribió, intenta sacar a la luz aquellas partes más oscuras de de las empresas multinacionales, multimillonarias. ¿Qué habrá en sus páginas? ¿Por qué me llama la atención?
El título del libro -porque no pude aguantar y pasé justo por delante de ella – es compuesto. La primera palabra es “NO”, en color rojo, rápidamente asociada por la mente con la sangre. Tapa negra de oscuridad; no en rojo sangre. Tal vez sea una especie de denuncia, como un “basta de sangre”… la otra palabra del título es “logo” cuyo concepto habitual está relacionado a un distintivo compuesto por letras e imágenes que nos llevan directamente a pensar en una marca en particular.
La otra cuestión que capturó mis pensamientos, fue un pasacalle colgado de las rejas del parque en protesta contra una empresa multinacional. Entonces empecé a pensar, a tratar de hacer una conexión entre los cabos sueltos. ¿Qué me querían decir esas cosas a mí, un hombre que nada tiene que ver con éstas empresas?
La respuesta no era otra que: “quizá no tenga nada en común con esas empresas, pero sí con el mundo en el que vivimos”. Un mundo dirigido por el capitalismo y los intereses de unos pocos que necesitan mantener una brecha social tan desigual como sea posible. ¿Qué pasaría si dejáramos de producir? ¿Sabemos realmente cuáles son las condiciones de los trabajadores o habrá alguna pantalla diciéndonos que todo está bien y encima son solidarios? Consumir por el consumo mismo, sin necesidad. ¿Cuál es el valor real del producto terminado?
