Cristian Iván Zaracho
“Desde el Under se hace la historia”
Con un gran despliegue de luces, de canciones y de invitados, 9menos cuarto brilló en el escenario de un The Roxy que explotó. Acá, los detalles de una gran noche que consumió minutos vertiginosamente.
Por: Cristian Zaracho. Noviembre de 2014. cizaracho@gmail.com
“Hay que soñar y hacer lo que sienten en el corazón”, fue una de las frases más aplaudidas de la noche. Matías, el cantante, estuvo una y otra vez cerca de la gente, los alentó a perseguir lo que más deseen hacer en la vida. “Una vez, hablando con bandas, me dijeron que desde el under se hace la historia, tocas para 20 o 200 personas, pero así vas pasito a pasito llegando a lo que soñás”, y se ganó una ovación, como en todo el recital.
Con canciones que llevan una mezcla de ritmos, el recital fue una invitación al disfrute. Desde reversiones de canciones folklóricas, como “Zamba para olvidar” y “Vuele Bajo”, hasta los estandartes de la banda como “Si fuera por lo que dicen” o “Un poco de…”, todas y cada una de ellas, llevaron las emociones a su punto más alto.
Por supuesto, los invitados formaron parte de un show que no deja fisuras, que tiene mucha energía dando vueltas en la atmósfera. Llegó el turno de Pato Yakuza; Achu de Alasdies, Daiana Gallo (y una actuación con su armónica para la que no hay calificativo posible), Parapipou, Juan Comas de Las Pastillas del Abuelo y Fisión. Todos con su impronta, todos disfrutando de estar ahí, mientras el público se convirtió en el gran coro para todas las canciones de la lista.
Las sorpresas se multiplicaron a lo largo del show. El momento más emotivo fue justamente cuando tocaron “Vuele Bajo” de Facundo Cabral. Más de uno de los presentes tuvo que tragar saliva, mirar para otro lado o tratar de contener las lágrimas, aunque otros no lo lograron y tuvieron que dejar salir un llanto ante la versión de una canción que ya de por sí, es estupenda. Otra vez, no faltaron los aplausos.
Pero tanto arriba y abajo del escenario, la conexión es impresionante, abrumadora. La gente cantó todo. Matías, bajó a cantar en medio de la multitud, con un respeto recíproco envidiable, el público le abría paso para que pueda hacerlo sin dificultad y al mismo tiempo, cantó más fuerte, en forma de agradecimiento. Alguno hasta pudo corear en el micrófono.
Por último, queda hablar de la banda y cómo suenan. INCREIBLES. Esa es la calificación. Músicos que dejan en claro en cada acorde que tienen pasión por lo que hacen. Unos solos instrumentales que le vuelan la cabeza a cualquiera. Unas melodías que durante una hora y media se apoderaron de los sentimientos de cada uno de los presentes. Una banda con una proyección de futuro estupenda. Una combinación de estilos que llevan a gritar, a cantar, a bailar, reír, saltar y agitar. De eso se trata, al fin y al cabo, #LaMusicaEsUnaSola .

